Ea » ANI PERO SOLO
está 4 'mi servicio y no conoce más que su
obligación—respondió imperturbable el rey
de los algodones.
- —¡No lo dudo! pero el buen hombre
acaso esté impaciente. El tiempo ha de-
“bido parecerle largo, pues no recuerdo mal,
hace quince meses que desembarcamos.
eS —¡ Quince meses! ¿Y después?
-—Es que... Quince meses hace próxima-
mente cuatrociento cincuenta días... y ante
“cuatrocientos cincuenta días corre mucha
agua bajo el puente nuevo. Admitiendo que
el señor John ha hecho caso de su con-
. signa, han podido producirse incidentes aje-
os á su voluntad. Para no hablar sino
| de ingleses han podido tomar recuento de
A esta larga travesía.
—La Florida» que navega bajo pabellón
americano, «es inviolable.
—i Olvidáis la escena de la lios in-
glesa que una balai ide. dp: la envió A:
los tiburones ?
¿He enviado esa bandera á los tibu-
ones porque tal era de mi gusto, señor
arisién. Y además no olvidéis e. soy el
«de los algodones.
—Título muy RO es al cual. me aco- ;
ría de buena. gana...
- —¡ Además del. rey de pa cod eS E
e rey del petroleo, el. rey. de los caminos
de hierro, el rey de los. trigos, el rey de.
los azúcares, el rey de los ACETOS, | el Es ÓN vitaban al reposo.
d los carbones y tantos Otros. daa
—¡No estaría yo en ella!
—Un insulto dirigido á uno de los re-
yes de que acabo: de hacer mención re-
caería sobre la corporación entera... Al si
guiente día, el club de Aster-Housse estaría.
revuelto y habría un levantamiento: gene-
ral de escuderos. ¿Comprendéis ahora, jo-
ven, porqué no se tocará nunca la que
pertenece á un rey americano?
La tropa se había introducido en un pro-
fundo desfiladero.
—¡ Llegamos !-—dijo Van Berkel.
Nuestros amigos encontraron la gruta de
los gigantes tan siniestra como la habían
encontrado quince meses antes.
Nuestros lectores seguramente guardarán
recuerdo de que la, gruta se abría sobre
úna meseta, en el pico de rocas talladas en
pico y rodeadas por su fase por un estre-
cho desfiladero. |
Si la gruta era un arsenal la planicie
era una fortaleza. No había accceso más
que por el desfiladero ó por su Kloof muy
escarpado que nacía en el desfiladero pero
“que obstruía la entrada por una exuberante.
vegetación. PA A O E :
Todos los miembros de la expedición. es-
taban muertos de fatiga; ante la invitación :
del guía se metieron inmediatamente en.
la caverna, cuya frescura y la lea in-
Solo un hombre vigilaba.
Este era Van Berkel. | PI
- Alejóse con menudo paso, y fué á dolia de
al hd del precipicio en su posició
favorita, es decir, con ed bart entre
e rodillas. Ps
Poco 4 una y Hnléo someta se
apoderó. de él, pero. estaba, con el ol
E atento. y el ojo. avizor.
Ni el vuelo de un e mi a roce
0 de una, liebre, atravesando las malezas, po-