pedir... grapa...
cha grapa...
Un italiano.—Crapa...
bestia...
Panc.—Y no somos pocos en este hotel...
me voy 4 acostar, pero mucho ojo,
anda gente extraña por aquí... cui-
dao, don Pancracio...
(El mismo, soñando)—Mozo éche-
grapa... y mu-
duna volta, bruta
5e.... para todos... . 4 mi... tina
grapa... ma di cuello, ¡eh!... del
Pie.... pie.... monte.
BUENAS NOCHES
N. B.—Si no te habías reído, lector, y
vosotras, hermosas lectoras, la culpa ño
es mía... haced como don Pancracio, os
lo aconsejo, acostaos y soñad... soñad, no
la grapa, ¡eh! sino vuestros rubios mo-
ViOS...
(Facha bruta).
Carlos L. Ferri.
——
ADELANTE
Retribuyendo á mi cuñado, Fidel A.
Granato
Adelante, con constancia
Dor esa escabrosa senda,
que luchando en la contienda
con esperanza y tesón,
se llega en día no lejano
al +naximum de un deseo,
que es. según lo que yo veo
tu muy bella producción.
Escalando los dinteles
del pórtico de la gloria,
queda fiel en la memoria
la más santa estimación:
queda un recuerdo grabado
en la mente soñadora,
al leer tu embriagadora
y poética producción.
Lindamente hilvanado
fué el adiós, tan. ferviente,
para tu rancho ausente,
EL PICAFLOR NACIONAL — 18
- padear de voluptuosidad las estrellas y p
reliquia de tradición;
hoy te cobija otro techo A
en, el cual cantas tus quejas, (e
y dentro del cual reflejas
tu limpida inspiración.
La civilización todo
lo mantiene transformado,
hasta de aquel rancho amado
ha cambiado situación;
sólo hoy impera el lujo
do otrora era humildad,
donde había fraternidad
hoy falta la estimación !
No importa, caro Fidel,
continiemos el camino,
quizás, ese es el destino
de la pobre humanidad;
sigamos, pues, la rutina
si desviarla no se puede;
dejar que el progreso ruede
á su magna voluntad.
Un ideal de la esperanza
debe ser la aspiración,
de un hombre de corazón
que se aveza en ruda lucha;
sin temor de los escollos
sembrados por el sendero
tiene aplauso. justiciero
"con su constancia q'es miucha..
Ese recao que me has dado
de cumplirlo he prometido,.
y si alentarte he querido
no desmayes tú jamás;
espero verte en la cumbre-
de tus sueños delirantes,
marchando siempre adelante:
sin volver la vista atrás!
Luis T. Reymundi.
—— SO
POESÍA
¡Poesía .eres tú!
Becquer
La noche de verano había caído esplén-
dida sobre la pampa poblada de infinito
rumores, como mecida por una inacababl
y dulce arrullo 'de amor que hiciese pa
pitar casi jadeante la tierra tendida ba
st húmeda caricia. La brisa, cálida co