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PROTEO
Mis neurasténicos
Su neurastenia es una enfermedad de muchos que no las
tienen y que en el Carnaval perpetuo de la vida representan
una dilatada falange de zonzos con careta. En la época pre
sente. tan fecunda en sacudimientos de progreso y en conquis
tas de toda clase—como si se viajara en avión blindado hacia
el Porvenir—ios médicos neurópatas están -em serio peligro
de ver burlados sus conocimientos, cuando se toman el tra
bajo de mirar con ojo clínico sin miopía, 'la neurastenia de
los pálidos feligreses del infelicismo, doctrina por demás vul
garizada, a la que se me da la gana de bautizar así, poique
no-le encuentro denominativo más al pelo. Estos infelices, al.
igual de los genios de Napoleón y de Pasteur, no tienen pa
tria determinada: son del mundo; aseveración hecha per un
estadígrafo de las morbosidades que Max Nordau aplastó con
su -talento, y que la diaria experiencia concluye de revelar en
sus páginas tan elocuentes de historia, la única que respeto.
Tengo para mí que, si la Justicia fuera un Evangelio de
la verdad; es decir, si su concepto d'e equidad no se viera
atrepellado por los mil y tantos convencionalismos que la ace
chan en su acción moralizadora, a los individuos realmente
enfermos del cerebro no se les permitiría andar sueltos por
osas calles, codeándose con los frágiles impresionables y con
los ¡eternos cómicos del almarios infelices—(que se hacen el •
serradores aprovechados de ¡la envoltura neurasténica para
colmar sus afanes d-e plagio, realizando proezas fisionómicas,
como -cualquier Novelli ele utilería, y haciendo ver a más ele
cuatro ¡lombrcsianos -callejeros que nuestra degeneración físi
ca es un hecho indiscutible, claro como la luz—que no sea
eléetirea—y Dios perdone a esos antropólogos la-s barbarida
<les que dicen ¡sobre tópico tan escabroso!