Año II.
Agosto 1922.
N.° 6.
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El alma de un poeta
Leyendo a Emilio Oribe
Hemos obtenido de nuestro talentoso colabo
rador, señor Juan Antonio Zubillaga, este ar
tículo que contiene las primeras impresiones re
cogidas de la lectura de la labor poética de Emi
lio Oribe.
Jugosas páginas, escritas años atrás y hasta
ahora inéditas, revelan con precisión, como se
verá, lo.s sucesivas mutaciones características del
espíritu del poeta en la ascensión constante en
que le muestran sus diversas obras.
Hoy mi muevo breviario de poesía, honda y bella como
la tristeza de que impregna los vemos <d‘e sus páginas, ha
llegado a mis manos recordándome que ese libro es el terce
ro de los que me tienen en deuda con su autor y señalan otras
tantas etapas de la revelación de su nublen. Es «El Halcone
ro Astral», de Emilio Oribe, años antes precedido sucesiva
mente por «Las Letanías Extrañas» y «El Castillo Interior».
Toda el alma de un poeta vibra y brilla en esos versos,
que con mérito desiguál a ratos parece que provienen de He-