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DOS PALABRAS AL LECTOR
En nuestras páginas, en efecto, las firmas de los nuevos
ingenios americanos g de los españoles de la nueva cepa, se
confundirán. Unos y otros pertenecen■ à la raza de los in
telectuales, y escriben del mismo modo, y piensan con la
misma originalidad, y tienen las mismas devociones y los
mismos odios.
Además de esta colaboración que puede llamarse de
casa, nuestra revista tendrá la de algunos maestros ex
tranjeros cuyos nombres han llegado à hacerse populares
entre nuestros intelectuales, y que escribirán expresamente
para nosotros, sobre temas de interés universal.
El conjunto de la colaboración nacional y extranjera,
formará un todo homogéneo, en el cual los lectores encon
trarán no sólo un reflejo perfecto de las letras contempo
ráneas, sino también un cuadro de las preocupaciones de
nuestra época. Todos los asuntos que interesan á los hom
bres actuales, por arduos y espinosos que parezcan, serán
estudiados en El Nuevo Mercurio, pues para nosotros la in-
telectualidád no es, como lo cree nuestro ilustre colaborador
Unamuno, un ejercido ideológico, sino un eco palpitante
del pensamiento humano.
Pero ¿á qué explicar nuestros propósitos? Este número,
en su conjunto, hace ver, mejor que todos los programas,
lo que es—y lo que será—El Nuevo Mercurio.