125«
VIBRE EL VERSO VIRIL
cantando libertad, las que en la sombra
de negros ojos ofrecéis la tumba
al desdén y al rencor, las que amapolas
destiláis en el cáliz de los besos:
¡vosotras á la lucha! Que en la alcoba
vuestros labios sean ascuas, vuestra seda
túnica de piedad, vuestras congojas
himnos al bien, los rizos destrenzados
látigos del ensueño, vuestro aroma
embriaguez de esperanzas,
vuestros celos la gloria;
vuestra mano el resorte marfilino
del heroísmo audaz, vuestra ponzoña
néctar de abnegación. Y en el profundo
jardín de amor, que caiga gota á gota
la dulce, la evangélica, la noble
esencia de la raza triunfadora.
Buenos Aires 1907
Eduardo TALERO