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CERVANTES
Pero Carlos Octavio Bunge no ha sido sola_
mente el sociólogo de El derecho es la fuerza y
Ensayo de Psicología. Fué un novelista admi
rable, observador minucioso y detallista del do
cumento que podía arrancar de la cantera viva
de la humanidad para fijarlo en letra de molde
con toda su línea física y etopéyica. La prueba
más exacta de lo que llevo dicho está en los per
sonajes que intervienen en la acción de sus no
velas Xarcas, el Silenciario y La sirena, llenas
de honda emoción y de obsesionante interés.
En España no fué Bunge todo lo conocido
que debió haber sido. Andrés González-Blan-
co, que vive atento a toda manifestación cul
tural y literaria, y que, mediante ensayos y ar
tículos de sana crítica, aporta a las letras
españolas el conocimiento de valores que de
bemos cotizar en nuestro mercado literario, ha
sido el primer crítico español que se ha ocupa
do de Bunge, y posteriormente en su libro Es
critores representativos de América (págs. 193
a 220), (1) lia estudiado cuidadosamente, al de-
(1) Editorial-América. Biblioteca Andrés Bello.—
Año 1917.