62
CERVANTES
MODERNOS POETAS
MEXICANOS
Acostumbrados como estamos a mirar a Mé
xico al través del prisma rojo de las revolucio
nes que han venido ensangrentando su mara
villoso suejo desde 1910, lo creemos un país
anarquizado y en plena descomposición, y
nada, por cierto, más lejos de la realidad. Esto
no quiere decir que una tromba de fuego, como
una maldición bíblica, no se haya desatado
devastadora por toda la enorme extensión com
prendida desde el Sur de Yankilandia hasta
el Norte de Guatemala, desde el Golfo de Mé
xico hasta el Océano Pacífico. Pero la ígnea
tempestad ha pasado ya, no quedando de ella
sino dispersos rescoldos que van apagándose
poco a poco. Después de esta conmoción nece
saria y saludable, que ha obrado a modo de