Full text: 1918,Aug. (1918000308)

126 
CERVANTES 
misma ansiedad y el mismo fervor que en sus 
comienzos, busca, piensa, investiga, va tras 
la emoción, tremante de deseo, esperando que 
el infinito inmutable le rinda todos sus secre 
tos, le trace nuevas normas. 
En estos cuadros y en los que les siguen, 
que brotan sin interrupción de sus magos pin 
celes, enamorados eter nos de las sedas, de 
las joyas, de las frutas y las flores, como el 
fluir de un manantial inagotable, Pinazo cami 
na sereno, tranquilo y señorial, hacia la senci 
llez, hacia la parquedad. No es que se mues 
tre avaro de sus tesoros; es que no quiere en- 
joyecerse demasiado. El sabe que no hay nada 
que canse más y despierte más pronto el des 
vío como estar mostrando a todas horas, 
constantemente, el caudal que uno posee. 
Después de haberlo mostrado en toda su ple 
nitud, hay que renovarlo, hay que transfor 
marlo, para que, siendo el mismo, sea distin 
to. Así hace él, fiel cumplidor de ese axioma 
del arte: renovarse o morir. El se renueva; 
pero no por capricho, por una sugestión de la 
voluntad, sino por una necesidad de su espí 
ritu, en donde palpitan todas las inquietudes, 
como un nido de alacranes enardecidos. 
Ha llegado Pinazo, fuerte, poderoso, a su 
época más interesante, porque ahora sus obras
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.