CERVANTES
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tiempo en que se ausentó a su patria, de la
cual retorna ahora, vistiendo, por un acierto
indiscutible de su Gobierno, el honroso y bri
llante uniforme de diplomático. Vibra aún en
nuestro espíritu la honda emoción producida
por libros tan cautivantes como Bajo el soi
y frente al mar, Antología Romántica, Glo
sario de ¡a vida vulgar y otros, dados aquí
a la estampa por el inspirado autor de Pues
tas de sol y Lámparas en agonía. Estas
obras son, por sí mismas, el mejor elogio de
tan elevada personalidad que, por otra parte,
ha sido estudiada, en diversas fases y en es
tas mismas páginas, por varios escritores.
Sin ir más lejos, en el número anterior de
Cervantes, nuestro compañero CésarE. Arro
yo trazaba la silueta de Urbina, colocándola
en el lugar preferente que le corresponde en
la «Galería de modernos poetas mexicanos.»
Ligado de manera especial a esta revista
que él fundó y dirigió, en unión de D. Francis
co Villaespesa, el poeta Luis G. Urbina con
tinuará, así lo esperamos, avalorando estas
páginas con sus producciones, que son un de
chado de hondo sentir, de alto pensar, de bien
hablar.
Felicitémonos, pues, por ello y porque el ilus
tre poeta y diplomático ha de continuar, en su