Full text: 1.1922=Nr. 1, Repr. 1997 (1922000100)

PROA 
contrario, se caracterizaban y se les re 
conocía por hallarse siempre disparados 
y lo más distantes posible de la cabeza 
y cuerpo humanos, siendo lo más alar 
gados, externos, salidos y correcalles que 
hubiera, además de su singularidad eter 
na de ser un artículo par, y andar obli 
gando a todo a ser par, como par de 
medias, par de botines, a diferencia de 
la nariz que se basta con un arco de 
anteojos, puesto encima por ser impar. 
Es comprobada la constancia de los 
zapateros que nunca han variado de ocu 
pación siendo ellos siempre los que ha 
cen los botines y han aconsejado su co 
locación en los pies como la más cómoda, 
muy superior a la costumbre nunca usa 
da de llevarlos en una vlallija o en el bol 
sillo. No son los peluqueros pues los que 
hacen todo incluso botines, como pre 
tenden hacerlo creer por su peinado y 
la conversación que dirigen a la cabeza 
del cliente como para llenársela por si 
está vacía. Si usasen la conversación par 
tida. al medio como el inimitable peina 
do, tendrían para dos clientes a la vez. 
mas como cada cliente tiene otro artista 
para él en ese momento, un fuerte so 
brante de conversación fluiría hacia la 
puerta del negocio y correría por las ca 
lles. teniendo su manantial en las bar 
berías y su cauce en la calzada, que se 
gún indica su nombre, es jurisdicción de 
los zapateros. 
No veo otro camino para que los pe 
luqueros invadieran, como tanto lo han 
deseado, el oficio de aquellos, logrando 
hacer brillar su arte en ambos extremos 
anatómicos. Por otra parte, el peinado 
es una manera de pensar por fuera de 
la cabeza, por lo qué debiehan sentirse 
orgullosos los artesanos que tomando la 
navaja al dejar las tijeras, nos tienen tan 
acobardados y sitiados como para des 
pojarnos de nuestro propio cabello sin 
protesta ni intento de fuga. 
Pero volviendo al asunto inmediato, 
que no olvidaré un solo momento, que 
ría enseñar que si los callos originaron 
los botines, éstos están haciendo nacer 
tantos callos que pronto volveremos al 
callo único. Es, pues, un círculo el pro 
greso y la espita! de Goethe no condice 
con el casposo principio |y efl calloso 
final de lia' anatomía humana. 
Macedonio FERNANDEZ 
TRES POEMAS 
I 
Las horas calladas 
como ídolos de oro y fuego 
Espérame siempre 
aunque no lleguen 
Mientras 
cuenta los días blancos 
de mi ausencia. 
II 
El horizonte se ha tendido 
como un grito 
a lo largo de la tarde 
y el silencio se encumbra 
sobre el bullicio efímero de tu alma 
III 
Sombras encaramadas 
como buscando un grito por el silencio 
Pué muriendo el crepúsculo 
cargado de preludios sangrientos 
En el aire 
una llovizna de hojas 
se columpia 
y la noche se convierte 
en un pais de angustias. 
N oka ti LANGE. 
MACEDONERIAS 
Confesiones de un recién llenado 
al mundo literario 
(Esforzados estudios y brillantes 
primeras equivocaciones) 
Tengo que asentar las siguientes ob 
servaciones y otras no menos siguientes 
que me comprometo a que se me ocurran 
Con motivo de la carestía de los ci 
garrillos, éstos se han puesto más bara 
tos, y para que parezcan menos cortos, los 
hacen más largos. Pana una persona que 
por primera vez es un recién llegado, es 
to le confunde de tal manera que le 
entra el sentimiento de que lo están vien 
do por la calle desnudo saliendo de una 
sastrería. 
TODOS LOS PAJAROS 
Todos los pájaros sin habla 
quieren alzar el vuelo de mi garganta 
En las palmas viajeras de las páginas 
van vilanos caídos de mi alma 
El rumor de la fuente 
perfora la mañana 
Es el péndulo campestre 
que no termina nunca la cuerda 
Todos ios poemas son cruces 
en el cementerio del tiempo 
J. R. PANEDAS 
Madrid. 
No es menos cierto que existen insom 
nios que afectan al mismo tiempo la fa 
cultad de dormir y lia de estar despierto, 
y lo digo, con toda la seriedad del hom 
bre durmiendo, para elegir entre dos co 
queterías. óptese por la peculiaridad de 
ser un gran dormilón, porque es facti 
ble aparentar dormir — aunque fatigo 
so, — y en ningún país es fácil aparen 
tar estar despierto cuando uno duerme. 
Aquí se sabe por los diarias, que una 
persona que ha sido despertada durante 
un simple cuarto de hora, por la caída 
del techo sobre su cama, o por el paso si 
giloso de un gato por la pared que debe 
ría tener el terreno de enfrente, y con 
tinúa durmiendo de seguida hasta que 
la desayune alguna sirvienta, no dejará 
de proclamar por todo el día siguiente, el 
POEMAS 
Se apretarán los besos en tus labios 
Cual si fueran alondras en un nido 
El incensario del jardín 
perfumará mis sueños 
—Jardín pequeño para tanta estrella— 
A la gran clarinada de tus ojos 
temblarán los himnos dormidos 
cada flor será una antorcha 
y cadia árbol 
una pajarera de trinos. 
En su clara hondonada 
sentirán vértigo los astros. 
Allá en las quintas el molino 
flor metálica! 
plagiando su altivez al mirasol 
Sobre un arbolito huérfano dos palomas 
banderitas blancas 
con un cariñito de sol sobre las alas 
Los pajaritos desparramados por el campo 
como pétalos de una flor deshojada 
Tus manos ingenuas como los caminos del huerto 
y la mañanita asustada entre las zarzas. 
Guillermo JUAN. 
NOCHE DE SAN JUAN 
El poniente implacable en esplendores 
quebró a filo de espada las distancias 
Suave como un sauzal está la noche 
Rojas chisporrotean 
las cálidas guitarras de las bruscas hogueras 
leña sacrificada 
que se desangra en briosa llamarada 
bandera viva en ágil travesura 
La sombra es apacible como una lejanía 
Bien recuerdan las calles 
que fueron campo un día 
Toda la santa noche la soledad rezando 
el rosario disperso de astros desparramados. 
Jorge - Luis BORGES.
	        
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