Full text: [2.a época], 1.1924=Nr. 2, Repr. 2012 (1924000200)

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El ser nada contiene ocnpable. Y tampoco se presta a las llama 
das representaciones; todo es estado sustancial, pleno, presente. Un 
estado que sea representación de otro es mero verbalismo. 
Considero concepto personal el paralelismo que propongo de la 
Materia y el Yo, dos irrealidades, la una supuesta sustancia de lo 
que cambia en la extemalidad ; el otro supuesta sustancia conti 
nua de los cambios interiores o estados. 
Rechazo por enteramente hueros los juegos de Berkeley y de 
Descartes. Enfilan las sensaciones “causadas” por un solo grupo 
material: una flor, por ejemplo, para decidir que su aroma, su 
color, su dibujo, su movimiento, su tactilidad, su impresión tér 
mica no son la flor, pero como en cambio existe un Dios (más 
fácil de deshojar que la flor) sustancia de todo, etc. El mal gusto 
es uno de los poderes del mundo: casi toda la literatura celebrada 
es su reino. De igual modo en metafísica, es irritante que se crea 
o se crea que se cree (Spencer) que el grato perfume de una flor, 
su colorido, su tacto plegable y acariciador no sean bastante sus 
tancia. Esto es el mal gusto, el falsete en metafísica. 
La idea del nóumeno de Kant es un verbalismo. El nóumeno y 
lo inconocible definen negativamente la metafísica. Aún hay otro 
ingrediente de la ametafísica : el deber categórico ; y quizá otro más : 
la libertad. Pero Kant no sólo era una mente extraordinaria, sino 
de vocación metafísica. Sus dos tesis del nóumeno y del impera 
tivo categórico no tenían su asentimiento: eran actitudes de su 
caridad hacia los hombres: las creía bienhechoras. 
Macsdonio FERNANDEZ.
	        
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