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El ser nada contiene ocnpable. Y tampoco se presta a las llama
das representaciones; todo es estado sustancial, pleno, presente. Un
estado que sea representación de otro es mero verbalismo.
Considero concepto personal el paralelismo que propongo de la
Materia y el Yo, dos irrealidades, la una supuesta sustancia de lo
que cambia en la extemalidad ; el otro supuesta sustancia conti
nua de los cambios interiores o estados.
Rechazo por enteramente hueros los juegos de Berkeley y de
Descartes. Enfilan las sensaciones “causadas” por un solo grupo
material: una flor, por ejemplo, para decidir que su aroma, su
color, su dibujo, su movimiento, su tactilidad, su impresión tér
mica no son la flor, pero como en cambio existe un Dios (más
fácil de deshojar que la flor) sustancia de todo, etc. El mal gusto
es uno de los poderes del mundo: casi toda la literatura celebrada
es su reino. De igual modo en metafísica, es irritante que se crea
o se crea que se cree (Spencer) que el grato perfume de una flor,
su colorido, su tacto plegable y acariciador no sean bastante sus
tancia. Esto es el mal gusto, el falsete en metafísica.
La idea del nóumeno de Kant es un verbalismo. El nóumeno y
lo inconocible definen negativamente la metafísica. Aún hay otro
ingrediente de la ametafísica : el deber categórico ; y quizá otro más :
la libertad. Pero Kant no sólo era una mente extraordinaria, sino
de vocación metafísica. Sus dos tesis del nóumeno y del impera
tivo categórico no tenían su asentimiento: eran actitudes de su
caridad hacia los hombres: las creía bienhechoras.
Macsdonio FERNANDEZ.