Full text: [2.a época], 1.1924=Nr. 2, Repr. 2012 (1924000200)

PROA N° 2. Edición facsimilar | 39 
— 36 - 
DESEO Y EXPRESION 
E ste deseo que matiza, todos mis pensamientos al igual que la 
llama de esas lámparas que en la penumbra de las iglesias ape 
nas enrojece el silencio. 
Este deseo silencioso disuelve una vaga angustia en mi sensi 
bilidad. Ansias contenidas de amar, de sentir, de comprender, de 
gastarme, en una palabra, por algo y para algo. 
Todo esto se me ocurre que fué el tormento de Beethoven. Vedlo 
ahí, en esa copia de aguafuerte, la frente pensativa, los ojos tristes 
y la naris dilatada. Tal un fauno senil que recordara sus siestas. 
El deseo es el alba de mi expresión, es un temblor de aurora 
sobre el mundo de mi conocimiento. Surge de mi un remordimiento 
extraño, una voz secreta que trata de guiar a mi sensibilidad indis 
ciplinada. Dios es la expresión voluptuosa del todo, el BÍmbolo de 
mi deseo. Yo admiro a los santos que lucharon contra el deseo. Este 
afán de estar solos, de observamos, de miramos, de escarbar en 
nuestra angustia, nos da más fuerza porque nos reconcentra; vol 
vemos a ser nosotros mismos cuando estamos a solas con nuestro 
deseo, cuando nos abandonamos a nuestra tristeza. Satisfacer un 
deseo es una forma de alegrarse; y cuando se está alegre se es me 
nos uno mismo. Entonces, ha desaparecido una causa de vivir, he 
mos realizado un afán, noB hemos encontrado a nosotros mismos. La 
vejez comienza cuando la idea supera al deseo. La idea es la vejez 
de la sensación. La angustia del deseo nos comunicará siempre un 
poco de juventud. 
Pablo ROJAS PAZ.
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.