PROA N° 4. Edición facsimilar | 11
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ticolores, iris multipétalos, floreciUas de San Francisco vertidas
en el cristal, combinaciones múrrinas, polvos de sirena infiltrados,
ojos estriados de angelina, perlerías y burbujeces rosas, todo se
mezclaba a la amamantaeión del cristal más puro.
¡ Qué guiños al sol los que saben hacer los pisapapeles de la
playa más pintoresca del mundo!
Y en el fondo de los guiños de mujer sin sombrero se ven las
niñas de los ojos insólitos.
Juro ante mi dios negro, mi dios Gunguñano, que he visto
la playa de los pisapapeles de cristal y que lo más asombroso que
me sucedió en ella fué que cuando se me escapó la cuartilla en
que apuntaba mi hallazgo con nota del meridiano y latitud todos
los pisapapeles corrieron a cubrirla !
El sueño del perro
OS perros duermen como si se hubieran muerto.
Ante un perro tendido es ante lo que se puede meditar me
jor en la muerte.
Se ve como se levanta el paisaje y las cosas como sobre una
ausencia definitiva. Se ve que el universo no cuenta para nada con
vida tan insignificante y que lo mismo es que esté muerto o vivo.
iQué rudo contraste entre el sueño efectivo y la muerte po
sible !
El sueño del perro aleja de la idea astringente de muerte, por
que ante la verdadera muerte se corta el pensamiento, pero con
trasta como el más puro ejemplo con el indiferente aspecto de la
naturaleza cuyo mediodía llena de nuevos huevos la espesura.