PROA N° 5. Edición facsimilar | 55
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El moro no se explica como ese sujeto ignora que el negocio ha
sido establecido para que el transeunte beba un bock de cerveza o
una tacita de café y a seguida se marche. Sin embargo, ¡ es tan fácil
comprender ésto ! El día que ascienda a dueño de café, colocará
en cada una de la mesitas, el lacónico cartel: “ SEA BREVE”
Poco o mucho después—esto parece no preocupar al sujeto en
golfado en la lectura, pues vive al margen del tiempo—agrúpanse
a su alrededor otros raros ejemplares de la especie humana.
Discuten en alta voz turbando el beatífico sosiego de un viejo
parroquiano que aguarda el vencimiento de sus días leyendo, para
rejuvenecerse, un viejo ejemplar de El Sol de Madrid, como un via
jero en una estación de ferrocarril. En la estación de la Muerte
arribaré el anciano lector.
Inútilmente carraspea para imponer silencio, entonces se levan
ta y decidido a marcharse, echa a caminar cojeando, pues que tiene
nn pié en la Tierra y otro en la sepultura.
En verdad—piensa el mozo—esos señores carecen de vergüenza
Oritan como si estuvieran en despoblado o en sus respectivos domi
cilios. Y su sistema nervioso que la calma había oxidado, se altera
contemplando como se entretienen haciendo pajaritas de papel. No
es inseguro que el moro de café termine mi la neu raster ia. es decir,
siendo un hombre superior.
—No cabe duda—reflexiona—que esos sujetos son anormales.
En época de elecciones, lo normal sería que hablaran de elecciones
y eso podría interesar al viejo lector de El Sol. Pero no, nunca se
ocuparon de política, ni de la ley de alquileres, ni del último asalto
que conmovió a la población, ni del desfalco en las arcas del Estado
que no conmovió a nadie por ser una lugar común. Nada de eso. Gri
tan hablando a propósito de la teoría del perspectivismo, de la deca
dencia de Occidente, de la nueva sensibilidad y la repercusión del
"jazz band” en la literatura y en las artes plásticas, mientras el
dueño, cogitativo, los contempla desde la caja, que es su torre de
marfil. Y en la fiereza de ese rostro congestionado, capaz de in-