PROA N° 7. Edición facsimilar | 39
preferidos por el poeta; las viejas cosas familiares olientes a la
humedad de los tiempos, de las que se desprende cierto olor ro¬
mántico que es necesario desvanecer, aniquilándolo. En sus últi¬
mas composiciones de mayor aliento, se marca más fuertemente la
personalidad de este poeta, revelándose con dotes como la brillantez
en tono mayor, en Espejo de morenas, y el aliento de gigante en el
soberbio Poema de los cañaverales, que condensa el espíritu de nues¬
tras epopeyas, la poesía de nuestros campos y el ideal de nuestros
corazones. Su obra aún dispersa la recogerá en un próximo libro
titulado: La ciudad de los espejos.
Después de publicar Huerto Lírico, libro de principiante y de
escasos méritos, en que Federico de Ibarzábal da una nota de me¬
lancolía lúgubre nacida de un falso estado de ánimo, consigue
orientarse hacia un rumbo más propio y característico, que en El
Balcón de Julieta (1916) ya alcanza a definirse, y en Una ciudad
del Trópico se precisa inconfundiblemente. Se nos revela entonces
como nuestro poeta urbano, que sabe decir el encanto apacible de
los viejos sitios coloniales, evocar el prestigio eclipsado de una si¬
lenciosa avenida junto al puerto, el cosmopolitismo creciente de
nuestra ciudad, o el ambiente asfixiante de un casino tropical. En
ese urbanismo un poco pintoresco, conseguido con el uso de pala¬
bras o frases sencillas y vulgares, abundará la observación pene¬
trante. Tras esas breves visiones hallamos un fondo de humanidad,
una como exaltación del heroísmo de vivir, que fortalece y esti¬
mula. Pero no ha sido sólo el poeta de la ciudad, sino que ha sa¬
bido expresar también en forma directa y ruda una ideología fuer¬
te, propia de un luchador como lo es, con una técnica fácil, apta
para trasmitir el pensamiento tanto como para darnos una visión
directa del paisaje. Ibarzábal ha sido en nuestra lírica un caso ra¬
ro de superación de sí mismo y de afán de libertarse de toda extra¬
ña influencia, de tal manera que puede decirse que ha encontrado
eu camino y anda por él por cuenta propia.