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PROA N° 3. Edición facsimilar | 11
a la, cara de metáforas. Y estamos en el corazón de la poesía. Adje
tivar es provocar movimiento. El substantivo es el ser, lo estático.
Y el arte nuevo se caracteriza por su afán de convertir en adjetivos
<*1 mayor número posible de nombres. La «intaxis tiene que simplifi
carse considerablemente y por lo tanto intensificar la oración. Nora
Lange lo consigue en forma maravillosa. Su calle de 1% tarde popu
losa de ausencias, se deja transitar por una flauta ciega, en cuyas cua
tro notas caben todas las manos cortadas del crepúsculo.
Es tan niña todavia que tan sólo podemos darle un consejo: Na
da de timidez; gritar a pulmón pleno todo lo que se tiene que decir.
Ya pasó la guerra. Hemos tirado el uniforme y no nos debemos a
ninguna disciplina. Volvemos a ser personalidades y no instituciones.
Cantemos naturalmente, que aún cuando nos propusiéramos no podría
mos repetir las literaturas consumadas.
¿Vuelta al clasicismo? Ningún libro más natural y meno^ is ta que
este bello coÍTe de intimismo, de matiz y de amor que comenta «De
Francesca a Beatrice».
Victoria Ocampo es una escritora por naturaleza, que nunca ha
oficiado en el coro de las escuelas. Demasiado dueña de sus propios
secretos tendría que ser sacerdotisa por derecho de sangre. Y qué en
cantadora postura de humildad la suya. Con qué gesto tan femenino
abre la puerta segura de la eterna desesperanza: «quiero comenzar
estas lineas con un domine non sum dignus que me absuelva a sus
ojos y a los míos*. Hace mucho tiempo que no se escribe un libro
tan vivo, tan palpitante y pleno de intensidad como éste. Se interna
con tanta audacia y lucidez en las grandes rutas del alma, que da la
impresión de no/ haber conocido la inexperta transición de las rutas que
parteo. De golpe, sin adioses ni avizoramientos, nos encontramos en
alta mar. «Cada vez que un ser esquiva una de las grandes leyes mis
teriosas que rigen el universo, este ser entra en un callejón sin salida».
Sabor dantesco. Ya no es posible volver a la tierra. Estamos en plena tra
gedia. ¿ Pero es que niega la libertad ? La tragedia es despreciar la pequeiía
libertad que se logra dentro de ciertos límites humanos y ambicionar si«