LIBRO VI]
¡Todo por ellos!
CAPITULO PRI MERO.
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ms
DONDE EL DOCTOR DEVUELVE LA ALEGRIA A UN ALMA TRISTE
- Don Marcelino Tarancón pidió el cho-
Colate más temprano que de costumbre,
hermana Dorotea le. preguntó;
¿Qué es eso? discal sigue Ames E
| go hacer la visita tempráno y para, E
me, Juego,
3 ce veo que tienes gran apego
l dinero,
pora y con él cu bro todas las necesi.
EE to posible al término de su viaje; pero
como no disponía más que'de un pobre
_herbívoro que había cumplido ya esa
uno de esos períodos de salud durante
los cuales el boticario suele morirse de
hambre,
Volvió, pues, a su casa tranquilo, por- :
e no babía nada grave que hiciera in-.
ispensable su presencia en el pueblo,
pacos su jaco, puso en las alforjas un,
trozo de pan y
cción de Pozuelo de Aravaca, E
doctor hubiera querido disponer de
una locomotora para llegar lo más pron-
. edad en que comienzan las ilusiones de
la mujer, es decir, los dieciséis años, tuvo
ica pda a A 106 que tan
a Deroles, te Sh
ngo prisa,
Dorotes se entró en la cacins. a
10 se |
NE la Duke : y sch 7 | uen pien-
su modesto caballejo.
ando volvió a su de pacho tenía el
ocolate servido sobre la esa, Lo tomó
' decir una palabra,
e bastón, KA sa
E $ A de
ecesidad de amoldar su ' impaciencia sl
CIO
Llegó, pues, a Pozuelo « con toda: la fuer
del calor; y gracias a que su inmenso
08 as de pe borci encanado le libró
ritieran los sesos. po cae :
un pedazo de queso, y
. Ue didiéndose de su hermana salió en