EL ANGEL DE
LA GUARDA.
+
se le vigila de cerca, y que sus tres ccm--:
- pañieros continúan en la cárcel hasta que
él Gobierno franvés conteste a la pregun-
ta que le ha dirigido el prefecto,
- ¿Por último, se muestra el cónsul muy
satisfecho de la conducta franca y leal
an las autoridades francesas, las que aco-
-giendo las noticias que se les comunicó,
tomaron las acertadas disposiciones a
que se debe la detención del pretendien-
bem yz
+ Después de este parte, que fué para
unos causa de desaliento y para otros
motivo de alegría, la «Gaceta» consigna-
ba la siguiente nota: >
- «Estado nominal de los individuos que
han sido arrestados en la noche del 4
del presente mes en las inmediaciones de
San Lorenzo de Cerdáns,'con la catego-
ría que han declarado;
- El conde de Montemolín, con el nom-
- bre del subteniente Lirio. deL
-Don Carlos Algarra, coronel.
- Don Antonio González, coronel,
- Don Juan Jiménez, coronel.»
_Pocos días después de este grave con-
tratiempo para la causa de los monte-
wmolinistas, un periódico ministerial, «El:
Popular», publicaba el siguiente suelto:
«Tenemos que comunica:
de gran importancia a nue
y que coincide con la de la
ontemolín en Francia; quien, no 0bs-
e lo que dice algún diario del progre-
' halla encerrado en la ciudadela de
la noticia siguiente;
de su corresponsal de Gerona había ré-
cibido, decía:
«Ayer muy temprano (9 de abril) legó
ordén del capitán general, que se halia-
ba en Bañolas, para que esta comisión
militar se trasladara inmediatamente a
Amer con los cabecillas Planademunt,
Marsal y el ayudante de éste, el desertor
Romero. Salía ya la tropa y la comisión
con un auditor de Nis y los presos indica-
dos, pero hete aquí que, cuando ya mar-
chaban por la puerta de Arenys, llega
úna orden del general Concha para que
se suspenda la marcha, mandando al
“propio tiempo que se sujetaran a un Con-
sejo de guerra Planademunt y Romero,
«pero no Marsal», a quien parece se re-
serva para mejor ocasión, sin duda a
consecuencia de algún «misterio» que
nosotros los profanos no llegamos a com"
prender, pero que tendfá gran importan-:
cia cuando salva a un hombre como Mar-
sal.» A, ¡ :
El mismo periódico dió más adelante
«Hoy a las ocho de la mañana han si-
do fusilados en el punto de Arenys, Ro-'
mero y Abril, ayudante de Marsal, y el
cabecilla Planádemunt. Este ha muerto e
como mueren los asesinos, con cobardía
y temblores convulsivos; aquél con Qe >...
lor propio de la carrera militar que pro-
- fesaba, agarrado al fusil de uno de los.
soldados del piquete y diciéndole que no.
tagidra lA PORteS. a
¡Lástima que tenga que derramarse”
sangre! Pero en el estado a que las cosas
- han llegado es indispensable, si no S
rte de ;