FOLLETIN DE El MERCANT!1 VALENCIANO
después las "mejores y más a propósito
para lí producción de cereales,
Recorriendo con rapidez los huertos in-
gleses no vacilaremos en afirmar que son
los más hermosos y mejor cuidados del
antiguo continente; para ver otros 3%-
mejantes sería preciso alravesar el Af-
lánlico y visitar los de los Estados Sep-
tentrionales de la Unión Americana. Na-
da hay en Europa que pueda comparar-
se con ellos. La “manzana, en todas sus
variedades, es la reina de los huertos in-
sleses; en efecto, es el fruto que bajo el
clima de la Gran Bretaña llega más com-
pletamente a su madurez,
Lo que hace que los huertos ingleses
ocupen el primer lugar entre los de Eu-
ropa es su orden, su aspecto y su culti-
vo, que no deja nada que desear. La po-
da de los árboles frutales se lleva allí al
más alto grado de perfección, dirigiéndo-
la constantemente hacia una abundante
producción conciliada con la duración de
los árboles, ;
Los jardines de legumbres son nune-
rosos alrededor de | Londres, y llevan, co-
mo todos los ramos de la industria ingle-
sa, un sello de grandeza que ru tiene nin-
sún otro país. Sólo en las cercanías de
Londres, Liverpool y otras grandes ciu:
dades de Inglaterra se encuentran culti.
vo3 que sólo. sirven para producir ie-
gumbres destinadas al consumo diario,
cubren centenares de hectáreas, dispo-
nen de un capital de un millón o millo-
nes de reales, y ocupan centenares de
trabajadores.
Los jardines de las residencias reales
son poco dignos del estado adelantado
de la horticultura en Inglaterra, El de
Windsor no ha tenido estufa hasta hace
algunos años; las estufas de Hampton-
court están exclusivamente ocupadas por
ananas y por el cultivo de la vid; en Ken-
sington una parte del jardín está todavía
cu Itivada con el arado y no hay estufa
tara las plantas de adorno.
En otro tiempo. los jardineros en jefé
(«e los jardines reales eran consultados
como oráculos, y su opinión hacía ley pa-
ra todo lo relativo a su profesión; hoy
son todavía hombres muy distinguidos,
pero su talento no tiene ocasión de ejer.
cerse, y el menor de los jardineros par
ticulares despliega más conocimiento J
experiencia práctica,
En Inglaterra hay pocos jardines pubis
blicos, y aun faltarían completamente sin
los. jardines de las universidades y
de las sociedades de horticultura, muy
numerosas en Inglaterra. Estas socieda-
des datan de una época muy remota de
la Edad Media; durante el siglo XVII da:
ban fiestas brillantes, acompañadas 4e
representaciones dramáticas, especie de
alegorías al gusto del tiempo.
Hoy día, las más importantes de estas
sociedades son, en Inglaterra, la Socie”
dad Real de Horticultura de Londres, y
en Escocia la Sociedad Caledoniana; to*
das estas sociedades tienen exposiciones
periódicas de productos de horticultura;
además, cualquier persona que posee un
local a propósito puede exponer en su
casa las flores que cada cual puede ve-
niz a admirar, pagando, por supuesto. :
Estas especulaciones particulares, uni-
das a las exposiciones que se verificall
bajo lasprotección de las sociedades de
horticultura, multiplican de tal manera
dichas exposiciones, que un viajero que
va por Inglaterra de ciudad en ciudad
puede visitar una, cada día del año.»