Full text: Tomo primero (01)

FOLLETIN DE EL MERCANTIL VALENCIANO 
  
Voy. a traer.a usted un ligero desayuno. 
—Sería inútil. Comeré más tarde. Dé- 
jame solo. : 
—Vamos, señor, nada se gana desani- 
mándose de ese modo. Encontraremos a 
Margarita y todo se arreglará. 
—¿Lo crees asi?—preguntó el marqués 
reanimando su semblante, 
—¿Pues no lo he decreer? Verá usted 
como de un momento a otro vemos entrar - 
un agente de la “autoridad dándonos no- 
ticia del paradero de Magdalena y Mar- 
garita. a 
—¡Ah! ¡Dios te oiga! —repuso suspirando 
el anciano. E E 
—Y en cuanto usted las hable, todo es- 
to pasará como una nube de verano; por- 
que estoy seguro 'de que se vendrán von 
nosotros a la quinta. —' LAR 
El viejo movió la cabeza en señal de 
duda, 
—¿Cree usted, señor, que Margarita 
desoirá nuestras súplicas? 
 —Está muy ofendida. 
—Nosotros la aplacaremos. ¡Pues no 
faltaba más! E 
-. Aquí llegaba la conversación, cuando 
un criado entró a decir al marqués que 
el señor conde le pedía permiso para ha- 
blarle, E 
,—Que venga cuando guste — contestó 
don Pablo. 
. Y luego, dirigiendo la palabra a Vicen- 
te, añadió: : 
 —Rotírate a la antesala; yo te llamaré 
cuando te necesite, Indudablemente el 
conde quiera hablarme sin testigos. 
Vicente saludó respetuosamente al mar. 
-— qués y salió, ib 
Transcurrieron algunos minutos. 
. Don Pablo continuó inmóvil en la bur 
taca, conservando su actitud triste y re- 
flexiva, a 
Cuando entró el conde, el anciano, le- 
vantando la cabeza, se sonrió dulce: 
mente, ad 
Alejandro, después de estrechar la ma- 
no de su suegro, acercó una silla a: la 
butaca y se sentó, ia ol 
—Por mi hija he sabido, querido mar- 
qués—dijo—, el disgusto que hoy le afli- 
ge; y en verdad que estaba muy lejos 
de sospechar que Magdalena y Margarita 
olvidaran los beneficios recibidos, 
—No las culpes a ellas, Alejandro-"con- 
testó don Pablo E A 
_t «¿Pues a quién, entonces? Creo que 
bien merecía usted que le hubiesen di- 
Cho.:2 : AS a 
CO ON 
- quinta, 
—En ese caso, no habrían salido de M 
casa, porque yo no lo hubiera consentidos 
Su conducta es hija de su agradecimient 
y de su extremada delicadeza. 
—Confieso que no lo comprendo, 
—Más vale así, querido Alejandro, más 
vale así—contestó el marqués suspirando: 
—Me parece que esas palabras envuel 
ven un doble sentido, y voy sospechandi 
que Emilia tiene razón al decir que $ 
abuelo prefiere a Margarita. : 
-—Margarita era el apoyo de mi vejez 
mi consuelo, mi alegría. 
—¿Y no puede ser todo eso Emilia? 
—Nunca la sacrificaré permitiendo qu 
venga a sepultarse en mi destierro. 
—Ela me ha dicho no hate mucho 
con lágrimas en los 'ojos, que se habÍ 
ofrecido a vivir con usted en la quinte 
de Carabanchel, y que usted no habíÍ 
aceptado su ofrecimiento. 
—Emilia se cansaría pronto de la sol 
dad, 
—Eso es juzgar con mucha anticipar: 
ción, 
—Me basta conocer su carácter. Per 
te ruego que no hablemos más de esto 
—No, no, al contrario; es preciso h 
blar, Soy un hombre que se precia € 
justo, y me desagrada sobremanera vé 
en mi casa lágrimas por todas partes, 
—Pues bien; si te ofende, si te molesta 
rai melancolía, me iré ahora mismo a 1 
—No se trata de eso; pero lo que 
creo es que no hay motivo para que t0- 
dos nos disgustemos. ¿Quién es Margarl- 
ta? Una joven a quien nuestra exceslv 
bondad procuró dar una buena edu 
ción, haciéndola en mal hora adqui! 
usos y costumbres de gran señora, La l 
mos criado con el esmero de una hij 
y hoy, sin un motivo que explique su con 
ducta, comete la incalificable ingratiiu 
de abandonar la quinta, con la esperan 
za sin duda de que usted, harto débil 
ella, la busque y le pida de rodillas 4 
vuelva, 
"No es eso, Alejandro, no es eso. 
Pues yo le aseguro a usted, señ 
marqués, .que a encontrarme en su lug 
no me tomaría la molestia de buscarl 
Yo me precio de bueno y de honrado; dif 
puesto estaba a dar una dote a esa Í( 
ven el día que me hubiese dicho: «He ad! 
el hombre que pide mi mano.» Revistiél 
dome de la prudencia que nunca me 18 
ta, he observado, con disgusto, pero ' 
silencio, que usted trataba con más “ 
 
	        
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