Full text: Tomo 1 (001)

  
  
  
  
  
a 
162 LA CIEGA DEL MANZANARES. 
AMí la hizo entrar, diciéndola: 
-—Veremos cuánto tiempo dura tu negativa á se- 
guir mis órdenes; aquí permanecerás sin comer y 
sin beber hasta que te decidas á obedecerme. Es 
inútil que grites, porque nadie te oirá; además, las 
gentes de estos contornos tienen sobrado que hacer 
con sus negocios para meterse en los delos demás. 
Se guardarán muy bien, porque todos nos tapamos 
algo unos á Otros. 
Tu negativa de esta tarde ha ado mis 
instintos de crueldad. : 
He.resuelto que todo cuanto comas y todo cuan- 
to bebas te lo ganes del modo que te he indicado. 
Esto ha de ser... á menos que prefieras morir 
aquí de sed y de hambre. 
Y sin esperar respuesta, cerró, guardándose la 
llave. 
Aquel tropel de palabras cayó sobre la eabeza de 
la ciéga como un turbión de verano sobre un sem- 
brado, 
Al pronto quedó aturdida, absorta, sin saber lo 
que la pasaba. 
Pero cuando se quedó sola fué desmenuzando to- 
do lo que había oído. 
- Por el tono con que se expresó la Tuerta, com- 
prendió que era muy capaz de cumplir su ame- 
naza, 
Aquel era un crimen, 
Pero ¿qué podía pesar un crimen más en aquella 
conciencia que tendría tantos que reprocharla? 
  
  
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.