70 LA CIEGA DEL MANZANARES, 
Reunidos con los demás compañeros en una ha- 
bitación próxima á la cocina, dieron principio á su 
cena, 
Los cinco que, sin contar el ayuda de cámara, 
componen la servidumbre de Mazarroja, á la vez 
que devoran los restos del festín se entretienen. en 
despellejar á su amo. 
—En medio de todo—dice el que en lá: casa 
ejerce las funciones de lacayo,—no hemos salido 
mal librados. 
La riña no les dió tiempo de apurar las cuatro 
botellas de Champagne que quedaron sin destapar. 
—8l las ha visto Cosme (este era el nombre del 
ayuda de cámara) no podemos tocarlas, —replicó 
Otro. 
Porque ese todo se lo cuenta al amo. 
—Parece que va á heredar la casa, según el in- 
terés que se toma. 
- —¡Cómo se conoce que tú eres nuevo en el oficio! 
El interés de Cosme es en beneficio de su bol- 
silo. 
¡Bueno es él para no meter la uña! 
¿Y si no, que diga de dónde le vino el dinero que 
tiene en el Monte? 
—Dios le ponga donde haya,—exelamó otro. 
- Encuentro bien que cada cual se busque la vida 
como pueda; yo haría lo mismo. 
Lo que no es decente, es que vaya con chismes 
-y cuentos. JE | 
. Por él despidieron 4 Lechuga.