Full text: Tomo 1 (001)

  
  
  
LA CIEGA DEL MANZANARES. Edd 
  
querido estar dando la vuelta al mundo;,:ó corrien- 
do un temporal en el Cabo de Hornos. 
¿Cómo excusarse? 
¡Imposible! 
- No quería pasar por grosera. | 
De ese modo sólo hubiera conseguido acentuar 
más su conducta rencorosa. 
Dió una mano al atavío de su persona, ponién- 
dole alnivel de las circunstancias, y después de 
sorber un polvo de rapé, costumbre que había ad- 
quirido frecuentando el trato del P. Melitón, que 
le sorbía á toneladas, descendió lentamente al piso 
segundo. 
La mano la temblaba al tir ar del cordón de la 
campanilla. 
—¡Si se hubieran intibrtó de repente! —murmu- 
raba. 
Tal es el egoísmo humano. 
Por evitarnos un pinchazo con un alfiler, vería- 
mos con gusto que nuestro mejor amigo se cortaba 
una pierna. 
Pero doña Andrea no se había muerto; estaba 
viva y sana, y hasta tenía buen color. 
Recibió á su vecina como si tal cosa; como una 
buena amiga recibe á su amiga. 
—No vamos á reñir,—la dijo, asiéndola una ma- 
no cordialmente. 
—Lo sentiría; —contestó doña ionuersinak, 
—Para que acaben de una vez sus sospechas, 
voy á descender á un terreno que no debía... y al 
e 
  
 
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.