Full text: Tomo 1 (001)

  
  
  
LA CIEGA DEL MANZANARES. 323 
no me has dicho hace un instante que ese joven que 
esta tarde me ha seguido y á quien á tu vez se- 
guiste, es uno de los más ilustres y más acaudala- 
dos de París? | 
—Efectivamente, eso he dicho; pero he debido 
añadir, para atajar un poco tu imaginación, que 
es demasiado fecunda en ideas, y que, por:lo tan- 
to, á veces se extravía, que esos datos los tengo 
por un conducto que, sólo hasta cierto punto, pue- 
de merecernos crédito. No te he dicho, porque no 
me diste tiempo para ello, que los informes referen- 
tes á nuestro amigo en ciernes, me los dió un deman- 
dadero que asienta sus reales á la puerta de la casa 
del conde de Lesset. Como nada habíamos hablado 
del particular, sino que sólo me dijiste: «es preciso 
averiguar quién es el que ha seguido á caballo mi 
carruaje,» me dí por satisfecho con los informes fa- 
cilitados por el mozo de cuerda. Ahora, penetrado 
de la importancia del asunto, poco he de valer si 
para mañana no conocemos con toda exactitud la 
posición, tanto social como pecuniaria, de ese su- 
jeto. 
—Esas explicaciones te disculpan; pero créeme, 
desde este mismo momento me atrevería á ase- 
gurar, que todo cuanto he aventurado acerca de 
nuestro conde, porque será nuestro bien pronto, 
es exacto. 
—Mucho lo celebraré, querida Adriana; porque 
sería un gran medio de remediar una torpeza 
grandísima. 
  
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.