Full text: Tomo 1 (001)

  
  
902 LA CIEGA DEL MANZANARES. 
conservado parque, que se extendía frente por fren- 
te á la torre solitaria. 
Desde ésta, Luciano había podido percibir varias 
veces la graciosa silueta de una joven que, paseán- 
dose por la tarde bajo los frondosos árboles de su 
jardín, ofrecía el más delicioso contraste de frescu- 
ra, belleza y juventud con la soledad de aquellos 
lugares desiertos. 
La proximidad de esta mansión solitaria á la 
torre óptica fué bien pronto cosa fatal para el re- 
poso y razón de aquel hombre, á quien la facultad 
de sus telescopios permitía acortar la distancia que 
le separaba del vecino parque, y figurarse al al- 
cance de su mano á aquella joven de tan lozana y 
peregrina hermosura. 
En un principio, Luciano se reprochaba á sí mis- 
mo su indiscreción, y la de los cristales que favo- 
recían sus designios. Pero bien pronto fué dejando 
- ¿un lado estas timideces y delicadezas, y su mira- 
da, armada con todo el poder que le ofrecían los 
medios ópticos; su mirada, para la. cual nada podía 
pasar inadvertido, ni el dulce sonrosado de aque- 
llas mejillas, ni el gracioso hoyuelo de su redonda 
barba, ni la dirección vaga de sus ojos, su mira- 
da se cebaba implacable en la joven, sin que nada 
impidiese este robo que el pensamiento y la vista 
eometlalo 110? 
Este robo era tanto más criminal, cuanto que la 
joven, segura de la elevación de los muros que 
protegían su retiro, creía por las mañanas expo- 
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.