Full text: Tomo 2 (002)

  
  
  
TS LA CIEGA DEL MANZANARES, 
—Yo siento que mis palabras sean tan poco 
agradables; mas el cariño y la incondicional adhe- 
sión que profeso á ustedes me obliga á hablar de 
esta manera, ! 
—Gracias, Mauricio; ¿mas qué debo hacer?— 
añadió la condesa, lanzando un suspiro de an- 
gustia. ] 
Aquí el ayuda de cámara sintió satisfecho su 
amor propio, pues ya sabe el lector que una de sus 
glorias era poder dar consejos á las personas supe- 
riores á él, y añadió: j 
-——Lo más acertado, ya he tenido el honor de de- 
. cir á vuecencia que es esperar. 
-— —¡Oh, no! En esta parte, sentiría rei el 
- viaje. , 
Deseo cuanto antes hpldirino al 1 ado de mi es: 
posbra Je | | 
Cada hora que transcurre lejos de su lado, me 
parece un siglo. | 7 | 
Temo estar separada de él en los momentos en 
- que más me necesite. | 
—$Señora, entonces no sé qué aconsejarla; mas 
7 de todos modos, bueno es evitar que sepan que el 
- señor conde ha salido de Madrid. 
La policía anda averiguando cul es el paradero 
_de los personajes que formaron parte de los gabine- 
tes de la anterior situación, y aunque no pS pren- 
da á todos, el Gobierno, que no está tranquilo, 
quiere saber. dónde se encuentran, $rando menos, 
; pios vigilarles de Cerca... 
  
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.