156 LA CIEGA DEL MANZANARES.
extranjero, profundizábanse nuestras discordias ci-
viles, y los absolutistas avanzaban sobre Madrid
y derrotaban á las tropas constitucionales en Bri-
huega.
Entonces, y en vista de los incidentes mil, y de
los peligros inmensos que corría la causa de la
libertad, fué cuando, no sin vencer por la fuerza la
repugnancia de Fernando VII, fué trasladada -la
corte á Sevilla.
El cargo oficial, aunque modesto, que Lorenzo
desempeñaba, ligábale de tal suerte ,con aquellos
acontecimientos, que le era imposible desenten-
derse y mirar con indiferencia los males de su
patria.
Él conocía, porque á la confección de las res-
puestas había contribuído, las insultantes notas
de las naciones europeas; él, por su proximidad á
la corte, no ignoraba gran parte de los planes
traidores á la causa constitucional que el rey y sus
partidarios maduraban; él, en fin, por patriotismo,
por deber y por inclinación, había consagrado su
existencia á la causa de la libertad, y -sacrificaba
su felicidad, sus deseos y sus aspiraciones á su pa-
triotismo. | 3
El ascenso que esperaba en su carrera no llega-
ba, y en esto fundábase Lorenzo, en apariencia,
para retardar su enlace con la mujer á quien ama-
ba; pero en realidad, la causa del aplazamiento no
,
era esa; su instinto político hacíale prever gran-