Full text: Tomo 2 (002)

  
  
  
    
  
    
LA CIEGA DEL MANZANARES. 289 
tará la aventura, y comenzará por lamentar la des- 
gracia del padre y del hijo, á un tiempo que la 
pérdida del prisionero. 
Luego que pasen un par de meses y el hecho se 
haya olvidado, se casa usted con su morena, y 
listo. ) 
¿Qué le parece á usted mi plan? 
-Roquecillo, que le había escuchado con marca- 
| dísimo interés, quedó algunos instantes reflexio- 
nando, y después dijo: | 
—La verdad es que ha atado usted tan bien los 
- cabos, que acepto con los ojos cerrados. 
—Perfectamente—repuso el Miliciano, clavando 
en el joven una mirada, con la cual leyó en el fon- 
Ao de la conciencia de Roquecillo;—como es E | 
un hombre honrado y no hemos de volvernos á ver, 
al menos usted no me verá, voy á entregarle sus 
cien duros, y á darle también las adormideras. 
- Y así diciendo, hizo entrega de todo ello al 
joven, dándole instrucciones detalladas de lo que e 
había de hacer para el mejor éxito de su plan. ' 
Luego se despidieron Roquecillo y el M iliciano, 
  
  
yendo éste á hacer el cambio de la caballería y á 
prepararlo todo ao ds evasión de su teniente. 
A les once de la noche sintió Lorenzo que abrían E 
la bodega. : de 
| Esperaba que fuese el tío Camacho, cuya pres sen- o 
cia le mortificaba, y se volvió. de cara á la pared. 
- para no verle. k cl e 
ROMO Il, e. EA “ed : cl OR
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.