Full text: Tomo 2 (002)

    
  
  
    
   
A 
306 
tamente resuelto á encontrar al padre y á la pro- 
metida de sú teniente. 
Larga fué la conversación que sostuvieron; tan- 
to, que eran más de las seis de la madrugada 
cuando Juan, salió del cuarto de Lorenzo. 
Eso sí; éste había referido al Miliciano casi toda 
la historia de su vida: le había hecho escribir los 
nombres y domicilios de sus amigos, los sitios que 
solía frecuentar su padre, las amistades de la fa- 
milia de su prometida, y, sobre todo, las señas y 
domicilio de Enrique, el nombre de su protector, y 
todo aquello que podía servir á Juan para las pes- 
quisas que iba á emprender. 
Confiando en su buena estrella, y un tanto tam- 
bién en su ingenio, salió el Miliciano aquella ma- 
ñana de Toledo en dirección á Madrid. 
Pero esta vez no viajaba en burro, ni vestía de 
arriero, ni iba indocumentado. 
Caminaba sobre un buen caballo, vestía un tra- 
je de los suyos, y llevaba los documentos perte- 
necientes á uno de los oficiales del taller de su 
amigo. 
Antes de pasar adelante, hemos de dedicar al- 
gunas líneas al señor Ramón, el dueño de la casa 
donde Lorenzo quedaba hospedado. 
Hombre de rectas ideas y de sentimientos nobi- 
_lísimos, habíase afiliado al partido liberal, al que 
prestó, siempre que pudo, end su entusiasmo y 
hasta sus intereses. 
El señor Ramón cifraba en el trabajo todo su 
LA CIEGA DEL MANZANARES. 
    
  
  
  
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.