Full text: Tomo 2 (002)

  
  
      
LA CIEGA DEL MANZANARES. 451 
    
lo que no las importa. Si quiere saber dónde está 
Isabel, que vaya á Salamanca. 
Mas la culpa de todo esto la tiene mi mujer; si 
no fuera tan parlanchina, no vendría nadie con 
preguntas impertinentes; ¡pero yo la arreglaré! 
ñ 
Ed 
     
           
  
  
  
Georgina llegó 4 su casa hecha un basilisco, 
maldiciendo de su suerte y hasta de la hora en que 
le dió la idea de hablar con el portero. 
Su orgullo había recibido un nuevo golpe, que 
no porque le despreciaba dejó de hacerla daño. 
Al penetrar en su gabinete se halló con David, 
que la esperaba. 
—¿Qué has sabido?—le dijo. 
—(Que mi suposición de que esa muchacha se 
fué con Luis, es casl una certeza—repuso, refirién- 
a do después todo cuanto le había sucedido. 
David hizo un gesto de duda. 
j —¿No lo crees? —rugió Georgina. 
M.- —Ya sabes cuál es mi costumbre; ni niego, ni 
afirmo, pues necesito ver algo para creer en los 
hechos. i 
—La respuesta de doña Andrea de que la joven 
Ñ no está en Madrid, ocultándome el punto donde ha 
Ñ : ido, es bastante para confirmar mis sospechas. 
—Puedes pensar lo que gustes; sin embargo, hay 
un medio de averiguar la verdad. 
—¿Cuál? 
-- Tirar algún dinero. 
  
    
     
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
   
  
  
  
  
  
   
  
  
 
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.