CAPITULO XLVIII
¡Alto el fuego!
Mientras las sangrientas escenas que lleyamos
referidas se desarrollaban en la escalera principal
de Palacio é inmediaciones del mismo, veamos lo
que ocurría en las habitaciones de la reina Isabel.
Contra su costumbre, aquella tarde, debido á lo'
desapacible del día, la reina Isabel y su hermana
la infanta doña Luisa Fernanda no salieron de sus
habitaciones.
Las acompañaban el profesor de música y las
—camaristas y azafatas de servicio.
Cuando Dulce oyó los vivas á María Cristina,
dispuso su gente para la defensa de Palacio, sin
dar aviso á nadie de lo que ocurría.
Lo que hizo con objeto de no asustar á las per-
sonas reales. |
Al oir las primeras descargas salió el profesor
de música á ver lo que ocurría; mas apercibido