Full text: segunda série, tomo 8 (1866) (1866,8)

  
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Jo barre todo el dia sin tener conciencia 
de la cadena misteriosa que une á ciertos se- 
res, y cuando le preguntan sobre su destino, 
resume su condicion mental contestando que 
«nada sabe.» Tan solo sabe que le es muy di- 
ficil conservar limpia la calle cuando llueye, 
y que es mas difícil aun mantenerse con lo 
que gana , pero nadie se lo ha dicho y ha te- 
nido que adivinarlo. Vive, es decir, no ha 
acabado de morir en un sitio indescriptible 
que sus semejantes conocen con el nombre de 
Tom-all alone's (Tomás enteramente solo), 
que es una calle sombría y négra cuyas casas 
amenazan ruina. Osados vagos se apoderaron 
de aquellas casas desiertas en una época en 
que ya eran inhabitables, se instalaron en 
ellas, y cuando hicieron constar su derecho 
de posesion, acabaron por alquilar sus apo- 
sentos que todas las noches albergan un mon- 
ton de harapos. Y del mismo modo que los 
insectos parasitos pululan en el cuerpo del in- 
fortunado que abruma la miseria, aquellas 
ruinas han engendrado una multitud inmunda 
que va á albergarse en lellas, se arrastra al 
través de las hendidas paredes y se repliega 
sobre sí misma para dormir ; enjambre mons-- 
truoso de larvas sin número sobre el cual cae 
la lluvia y brama el viento , y que se esparce 
despues por la ciudad llevando la fiebre y 
sembrande sobre sus huellas mas mal del que 
podrian destruir todos los señores de la buro- 
cracia , desde sir Tomás Boodle hasta el du- 
que Zoodle en quinientos años, :. aunque vi- 
nieran al mundo expresamente con este objeto. 
En el espacio de algunas semanas ha reso- 
nado dos veces un violento estruendo seguido 
de una nube de polvo en Tom-all-alone*s: era 
que cada vez se desmoronaba una casa. Es- 
tas desgracias han llenado un párrafo en los 
ell algunas camas en el hospital in- 
mediato. Ha quedado la brecha , los escom- 
bros proporcionan albergues que no son des-: 
deñados, y como bambolean algunas otras 
casas, puede esperarse que el primer desplo- 
me qué ocurra en Tom-all-alone's hará un es- 
truendo y una polvareda terribles, 
Es inutil decir que estas casas pertenecen 
al Tribunal de cancillería ; seria hacer una in- 
juria al discernimiento de un hombre que tenga 
un dedo de frente suponer que no lo adivina 
sin necesidad de que se lo digan. ¿Se ha dado 
el nombre de Tomás á esta calle porque ofre- 
ce una imágen del primer demandante del 
pleito Jarudyce , cuya ruina y fin desastroso 
recuerda * ; Vivió enteramente solo el pobre 
Tomás hasta la época en que otros miserables 
fueron á establecerse allí, 6 bien este nombre 
tradicional significa que es un paraje perdi- 
do, aislado de todo lo que es decente y del 
cual ha huido la esperanza? Pocas personas 
LA CASA 
  
podrian contestar, y si se lo preguntais £ Jo». 
os dirá que «nada sabe.» 
Extraña debe de ser, pues, la condicion» 
de Jo; es cosa muy singular vivir en una ciu- 
dad sin comprender esos caracteres misterio- 
sos que abundan en las esquinas , en las tien- 
das, en las puertas y en las ventanas ; encon-- 
trar por todas partes gentes que leen y escri- 
ben, carteros que reparten cartas, y no tener ' 
la menor idea de este lenguaje ante el cual 0s- 
quedais sordo y ciego , y ha de ser un enigma 
embarazoso el ver los domingos como yan to- 
das las personas decentes á la iglesia con un 
libro en la mano (porque es muy posible que- 
Jo piense en esto alguna yez) y decir: «¿C6- 
mo es que eso no significa nada para mí mien- 
tras lo significa todo para los demás !» ¡No- 
es un motivo de perpetuo asombro ser empu- 
jado y arrastrado continuamente, no poder 
pararse en ninguna parte sin que os digan que 
sigais vuestro camino, y conocer en efecto 
que no hay razon alguna para estar allí mas. 
bien que en otro punto, que no se tienen Dego- 
cios en parte alguna, que se existe sin embargo- 
de una manera ú otra y que habeis llegado á ser- 
hombres sin que nadie os haya mirado nun- 
ca? Ha de ser una cosa extraña , no solamen- 
te oir decir que no se le cuenta á uno como 
criatura humana, cuando por ejemplo ofrece- 
su testimonio, pero especialmente sentir que 
esto es verdad, al pensar en la manera como- 
se vive; ver pasar los caballos , los perros y 
los bueyes , y reco r que por su ignoran- 
cia pertenecen á s ecie y no á la de los. 
seres cuya forma sé e. Las ideas de Jo so- 
bre un proceso criminal, un juez, un obispo- 
ó un gobierno cualquiera , Ó sobre la consti- 
tucion , esa joya tan inapreciable, si es que- 
sabe que existe, deben de ser muy singulares ;. 
todo en su vida material y moral es extraño,. 
y su muerte no será lo menos curioso que ha- 
brá en su vida. 
Jo sale de Tom-all-alone's, va á esperar- 
la luz del dia que aun no ha aparecido , y 
mientras anda, come un mendrugo de pan 
duro y sucio. da 
No hay aun ninguna puerta abierta, Se 
sienta para almorzar en el umbral de la puer- 
ta de una sociedad que se ocupa de «la pro-- 
pagacion del Evangelio en los países leja-- 
nos,» y le barre cuando ha acabado en reco- 
nocimiento del asiento que le ha proporciona- 
do. Se pregunta de qué puede servir aquel 
edificio cuya magnificencia admira , y no 808 - 
pecha el desventurado la desnudez espiritual 
en que se encuentra un peñasco de coral en. 
el océano Pacífico, é ignora el trabajo que 
da el hacer salir de su abyeccion á las almas. 
preciosas que vegetan en medio de los cocote-- 
  
  
_ Tos y las palmeras ! 
  
 
	        
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