Full text: segunda série, tomo 8 (1866) (1866,8)

  
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fisonomía distinguida y naturalmente noble , 
sin esfuerzo , sin fingimiento, sin pretensio- 
nes, : 
Hay pocos hombres que al escrutar sus ac- 
«ciones, no se vean, de bueno ó mal grado, 
obligados 4 reconocer la influencia de la mu- 
jer. ¡ Pobres hombres! En su orgullo tienen 
la presuncion de obrar por si mismos, segun 
«su libre impulso y absoluta voluntad. La mu- 
¿er los deja en esta ilusion, y por la manse- 
-«Jumbre, la paciencia, hábiles manejos y tal 
vez tambien por medio de algun artificio, sub- 
yuga y gobierna 4 esos terribles autócratas. 
“En los primeros años de la vida, para com- 
placer á su madre desea obtener una buena 
nota en el colegio; mas tarde ambiciona la 
fortuna y los-honores para ser mas agradable 
e 
4 los ojos de la mujer á quien ama; mas tar- 
-de, tiene hijos, ó6 hijas, que con sus in- 
fantiles voces, mandan á los mas valientes 
.guerreros. Se puede decir sin exageracion, 
que en el fondo de todas las acciones del 
hombre, válerosas, perseverantes, gloriosas, 
en el fondo de todas sus luchas y de todos 
¿us triunfos se trasluce la influencia de una 
-mujer, y por desgracia tambien , en el fon- 
do de las mayores locuras y de los mas de- 
lorables acontecimientos: «Bien, ahf tenemos 
al culpable, dice en Italia el juez encargado 
de instruir una causa Criminal, ahora yea- 
mos, dove é la feminina, dónde está la mu- , 
jer 1» hd s : G ó 
¡Feliz aquel 4 quien Dios concede el amor 
«de una mujer buenal Ella le guiará en el'ca- 
amino de la vida, le iluminará en sus difieulta- 
des, le consolará en sus aflicciones, Compartirá 
la carga con él y esta se le hará mas dulce 
por la parte que en ella tomará. : 
A una larga distancia de los sitios donde. . 
habia aprendido á amarla, Roberto sentia la 
saludable influencia de Clotilde. Si llenaba 
«escrupulosamente alguno de sus deberes, pen- 
«saba en ella, Si aspiraba 4 distinguirse, en ella 
  
_ HISTORIA 
Cualquiera que seais, bajo el campestre traje, 
Hermoso par de obreros, haced 
algo que bello sea : 
La viña donde vais á trabajar unidos , 
Cultivadla de modo que el fruto se os parezca, 
de entrambos siendo digno. 
que al fin se yea 
Luego se refiere tambien de una valiente 
mujer de Lorena que, despues de haber de- 
fendido enérgicamente su castillo contra la in- 
vasion del duque Raul, llegó á amar perdida - 
mente á su ambicioso adversario y le escribió 
con un lenguaje nacido del fondo de su cora - 
zón y una gracia inimitable: 
«Mi querido señor: serésiempre vuestra: ¡qué 
precio tendrá para mí la luz del dia si os mos - 
trais enojado conmigo ? Sed mio; vuestro dul- 
ce amor me es mas precioso que las riquezas 
y las galas, que estas no dan placer, el placer 
que causan las palabras de amor. El mensaje- 
ro que os envio es un fiel servidor mio que es 
testigo de lo muche que he besado la bendita 
y graciosa carta que me habeis escrito, y mien- 
tras os aguardo mi corazon salta de gozo.» 
-¿dDenobacitadoga 0 a ts 
- «No lloreis, mi buen amigo, vuestras lágr:- 
mas me hieren en lo profundo! del: corazon. 
Este no es viejo ni abriga otro; deseo que ser 
amado por vós , y en:tanto que sea vuestra 
dulce amiga , no os apesadumbreis, no lloreis 
por mi.» AT Ep 
Tambien hay otra noble mujer'lorenesa que 
es la heroina de una de las «mas lindas leyen- 
das de la edad media. 014 ini pe 
Un caballero lorenés, llamado Alejandro, 
parte para ir 4: visitar él Santo Sepulcro, Al 
despedirse de su esposa ¡esta le entrega una 
almilla blanca en la cual habia bordado. una 
cruz reja: y elas a 
«Toma, le dijo, llevala siempre. Esta almilia 
' esrel emblema de mi fidelidad ; nada puede 
desdorarla, » 
El caballero cae prisionero de los sarrace- 
“pensaba. En las diversas ocupaciones del dia, “nos , y le envian al sultan, el cual le condena á 
Jurante el descanso , mientras velaba , siem- 
pre estaba á su lado como un genio invisible, 
como un ángel custodio. 38 
“Existen en Lorena varias tradiciones histé- 
ricas Ó imaginarias, €n las cuales la mujer 
aparece con un conmovedor carácter de valor: 
$ de ternura. E) 
Entre ellas se cuenta una princesa de Lore- 
ma que se disfraza de aldeana para escapar con 
su marido á las persecuciones de los que quie- 
Xen separarlos, Un habitante de Nancy, que 
los reconoció cuando salian de la ciudad , bajo 
su rústico traje, lleyando como si fueran peo-: 
mes de albañil la canasta á la espalda , les de- 
«ddicó estos versos: , 
arrastrar el arado. En todas sus penalidades, 
lleya constantemente su almilla, y ni la lluvia, 
ni el polvo, ni el lodo ni la sangre pueden 
imprimir en ella la mas pequeña mancha : se 
conserva blanca como el dia en que salió de 
las manos de la jóven esposa. Habiendo. ob - 
servado los custodios de Alejandro :esta rara 
“casualidad , fueron á contárselo al sultan, que 
- Mama-á su prisionero y le pregunta cuál era la 
procedencia de aquella maravillosa prenda. 
—Es un regalo de Florentina, mi esposa, di- 
jo Alejandro; es un símbolo de su fidelidad. 
- El sultan envia á uno de sus confidentes á 
Metz , con especial encargo de emplear todos 
los medios imaginables para seducir 4 Floren- 
tina; pero el sarraceno prodiga en yano las 
- 
  
 
	        
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