A
CAPITULO VIL
Felipe 1.
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A las diez de la mañana del siguiente dia, Fe-
lipe II estaba solo en su despacho, sentado junto á
una mesa grande, donde se veian muchos papeles
y algunos libros, y como absorto en la lectura de
uno de éstos.
El aposento, á pesar de que tenia dos balcones
por donde entraba abundante luz, parecia lóbrego
y triste, lo cual debia ser efecto de las severas for-
mas y color oscuro de todos los muebles y adornos.
Lo mismo que éstos era el vestido del monar-
ca, negro, sencillo, sin el más ligero adorno.
Cuando lo presentamos á nuestros lectores, te-
nia cuarenta años, lo cual: no era inconveniente
para que sus cabellos, muy cortos, segun entónces
era moda, hubiesen empezado á blanquear,