LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES 105
Y ciertas entidades no se resignaban 3 sucumbir
de aquel modo.
Forzoso éra á todas luces tener que ceder el
campo al enemigo...
Pero no sin realizar el último esfuerzo en pró de
los derechos que se pretendían sostener después de
haberlos minado en sus cimientos.
Mas los militares pundonorosos no pueden ni
deben fijarse en las causas que produten el des-
equilibrio, sino en cumplir los juramentos que hi-
cieron. | |
Y se dispuso una batalla, en la cual se
con una derrota.
Con grandes peligros y esfuerzos se a á
reunir cinco mil hombres, que habían de luchar
contra doble número de enemigos, los oditó 3 tenían
la ventaja inmensa de estar en su país, y dominar
mejor, por lo tanto, la la via de fuego que lanza
el sol en aquellas latitades.
El caso era desesperado. |
Laserna arengó á sus tropas, diciéndolas:
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—¡Soldados!... Vamos á morir, pero con
Otros jefes pronunciaron palabras idénticas,
Y todos se prestaron á un combate, en el cual
iba á tremolar la bandera negra.
Al frente de los furracion añ sep
ba el ya famoso jefe militar Bo loan
gio era tan grande en ' América , Como en
lo había sido el de Napo A
No había estudiado el arte de la guerra eh
TOMO II