CAPÍTULO VII
En busca de un mártir.
,
Hemos condensado en las menos líneas posibles
que ocurrieron en América.
aquellas lada de oro inagotables, de aquella
| nos habían quedado como triste re-
rrandiosas que nos legaron á la me-
moria Já que fueron.
Como de Itálica famosa, se levantaban por todas
partes montones de escombros humeantes, donde,
en lugar del amarillo jaramago, se distinguían
tumbas españolas. |
Las islas de Cuba y de Puerto Rico eran los reg:
tos vivos de la gran conquista de Españ Mi !
l único lazo que unía la gloria de dos mundos,
no obstante la distancia que los separaba, eran
estas islas.
Pero Cuba como Puerto Rico, eran los dos pun-