Full text: Tomo 2 (002)

272 LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES 
tos á El Escorial, donde continuaba Clotilde, te- 
niendo á su lado, en situación que nadie podía de- 
finir, al hijo de Lagares. 7 
Ya sabemos que á la hermosa; Clotilde le había 
parecido bien el joven Alfonsito, y que, cansada 
de las caricias de un hombre grosero, al par que 
persuadido de que ella no le amaba, si bien sabía 
fingirlo para hacerse acreedora á las dádivas rea- 
les, deseaba tener al mancebo á su servicio, á fin 
de indemnizarse de las largas ausencias de Fer- 
nando, y del cansancio que le producía el trato 
con un hombre como su amante el rey. 
Y no era esto sólo: Fernando trataba de casarse 
de nuevo, y ella deseaba vengarse de lo que supo: 
nía un desprecio y un ultraje para ella. 
El necio de Fernando no A las inten- 
ciones de Clotilde y accedió á sus deseos. 
Desde los primeros dias comprendió Alfonsito 
que aquella mujer había concebido cierta clase de 
miras que á él no le habían pasado por la imagi- 
nación. 
Y si bien trató de evitar las consecuencias y las 
complicaciones que podrían sobrevenir de ser pú- 
blico que había puesto sus ojos en la manceba del 
rey, al ver que había tantos 6 más escollos que 
vencer en oponer una resistencia tenaz y larga, se 
decidió por complacer á Clotilde, en la esperanza 
de que Fernando no tornara á ocuparse de ella, 
En dulces coloquios, más dulces para ella que 
para él, pues Clotilde amaba con locura á Alfonsi- 
 
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.