LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES 869
Así se aseguraba en la corte carlista, mientras se
hacían grandes funciones religiosas, para impetrar
el auxilio divino «en pro de la justa causa»,
Fracasado el intento sobre Vitoria, se pensó en
Bilbao.
Zumalacárregui recibió órdenes apremiantes, á
las cuales respondió diciendo en ún eje diri-
gido al rey:
«Sumiso siempre á las órdenes que emanan de
Vuestra majestad augusta, emprendo la marcha,
-—>Arrollaré cuantos obstáculos se me opongan en
el camino.
> Juro poner sitio 4 Bilbao.
> Pero no respondo de tomar una plaza fuerte
bien defendida, ni en poco tiempo, ni mucho me-
hos mientras se me nieguen los elementos nes
Sarios. a
-»Que no basta el entusiasmo por la santa cansa
Que vuestra majestad representa, ni el valor de es-
tos esforzados paladines de la religión, para abrir
- brechas sin cañones, y
calas, : :
>A Bilbao no hay manera de sitiarlo y de ren
dirlo por hambre, sino por fuego y sangre.
>Ruego, pues, á vuestra majestad, cuya preciosa
Vida guarde Dios mutrhos años para bien y prospe-
tidad de España, que se pongan á mi disposición
los elementos que pido en la adjunta nota, con los
Cuales respondo de vencer ó de perder la vida 80 :
- bre el campo de batalla.
TOMO YI ; 3 : 47
para dar asaltos sin es-