544 LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES-
su brazo, ni más valor que aquel que brotaba á to»
rrentes de su pecho.
Y ajustó sus cuentas, diciendo:
—Entre un porvenir remoto, quizás de ultratam-
ba, y un presente lleno de comodidades, aunque
sembrado de abrojos, para la dignidad humana,
debo escoger esto. Me llamarán <apóstata' y trai-
dor»... Pero si, en sais de tener que sufrir tales
dictados, escalo las cumbres del poder y consigo
las riquezas que tanto ambiciono... Entre la gloria
y el dinero...
No se atrevió á terminar en aquel instante,
td ds
Pero algunos días después se presentaba á Nar-
váez, ofreciéndosele aa como mo-
nárquico de doña Isa bel, Y: enemigo acérrimo de
_Espartero, |
Don Ramón María Narváez no era más que hom-
bre de acción.
Sobre el campo de batalla era astato y Bagaz
hasta el extremo... e |
Pero ni dominaba la p: labra, ni era apto para
¡Ón del Estado.
a el so nto de
se odos á ¿dd pero sin Mie r bil
DEAR su beni sá la causa de la cai
Por aqueos s apareció en la escena política
Un astro que lue Aro de brill ar radiante con
luz propia, |