Full text: Tomo 2 (002)

592 LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES 
En ocasiones dadas buscaba con empeño á au 
hijo, y le hablaba de tal manera, que se veía muy 
próximo el instante en que le reconociera de un 
modo indudable. 
La perspicacia del joven lo había evitado hasta 
entonces, si bien ayudada por la presencia de Te- 
resa Ó de Lagares. 
Pero esto no podía durar mucho tiempo. 
Tal inconveniente preocupaba á aquella familia 
que tantos motivos tenía para vivir en paz y santa 
calma, porque no sólo disponían de medios mate- 
riales para la existencia, sino de sus nobles senti- 
mientos y honradas aspiraciones, | 
Quince días eran pasados, á contar desde la fe- 
“cha en que llegó la carta de Pitt, cuando Clotilde, 
en uno de aquellos momentos de lucidez, aprove- 
—Cchando un instante oportuno, bajó al jardín, don- 
de su hijo se entretenía en perseguir pintadas ma: 
riposas, auxiliado por una manga formada con se: 
da lasa. 
Como niño aún, gustaba de poseer aquellos i in- 
sectos alados y de vida efímera, cuya inocencia no 
es tan grande como su belleza. 
Clotilde le siguió un buen rato sin que el joven 
- se apercibiera, hasta que, al realizar un movi- 
miento en sentido contrario al que llevaba, á fin 
de coger en sus redes á una de las perseguidas, y 
- cuyos»brillantes colores le habían cautivado, se en- 
-———contró frente á frente con su madre. 
 
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.