LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES 59
dejado de llegar á España las galeras y los navíos. .
cargados de oro procedentes de América.
¿Era posible desconocer el mérito de quien tales
prodigios realizaba? |
¿No acudía la nobleza arruinada á Ballesteros en
busca de consejo? |
¿No salvó á gran número de familias de la ruina
más espantosa?
Las quejas cesaron: las especiales circunstancias
que aquel hombre reunía para la administración,
y su honradez inmaculada, llegaron á producir tal
efecto en todo el mundo, que nadie se atrevía ás
oponer el menor reparo á sus determinaciones.
Sólo los absolutistas intransigentes le ponían
peros. |
Ballesteros sólo oía misa los días de precepto...
Muchos de los festivos trabajaba y hacía traba-
ds
«Tenía ribetes de hereje. >» |
Pero Fernando se reía mucho cuando le habla-
ban de esto, respondiendo: |
—Pues porque tiene algo de diablo lo escogl yo.
Que sólo un demonio, ó pariente de ese caballero,
hubiera sido capaz de sacarnos del lío en que está-
bamos metidos. |
Persuadidos todos de que con el amo de los cuartos
[no había que meterse, le dejaron en paz.
z Pero si los apostólicos transigían con Ballesteros,.
nose conformaban del mismo modo con que la In-
quisición no se restableciera. y :