670 LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES
brilló con tanta intensidad, que oscureciendo el
brillo de los tronos, llegó á inspirar miedos y rece-
los hasta á muchos de aquellos que desde un prin-
cipio patrocinaron el movimiento.
Lo de Madrid tuvo poca importancia si se com-
para con lo que sucedía en toda Europa.
El pueblo español, monárquico en aquel enton-
ces en su inmensa mayoría, y lo que era aún más,
defensor incondicional de la reina niña, no pensó
seriamente en cambiar las instituciones fundamen -
tales, dándose por satisfecho pretendiendo un cam-
bio de ministerio.en sentido progresista.
Seis horas de fuego en las calles entre el pueblo
y el ejército...
Era el anochecer del 26 de Marzo.
El pueblo quedó vencido y el ministerio se
mostró duro y cruel con cuantos halló á mano, fue-
ran ó no de aquellos que se habían batido contra
Narváez y no contra el trono.
Pero el mal tenía hondas raíces, y la sangre de
las víctimas hizo brotar de nuevo la insurrección.
Era el 7 de Mayo. |
El coronel Buceta, que ya había tomado parte
en la revolución de Galicia, se lanzó al combate
seguido de algunos jefes y oficiales, de tres com-
- pañías del RD de España y de delcao pai:
sanos.
Entre ellos se ba Alfonso, que tan luego
como Pavía tornó á mandar en jefe las tropas con-
tra los montemolinistas, ge encaminó á Madrid para,