LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES 687
Quería tomar desquite: valerse de las mismas ar-
mas que sus contrarios, y confió tal misión á los su-
jetos indicados.
Pero por algo y para algo estaba allí Alfonso.
Nada sabía en concreto; pero sospechó que algo
se tramaba.
Porque sin falta de misterio, no era de creer que
Cabrera llamara á los dos hermanos.
Lo que menos pensó Alfonso, fué la verdad.
Que no cabía en su cabeza que el caudillo torto-
sino tratara de llevarse gente del campo liberal,
cuando siempre la había rechazado con energía. |
Con objeto de averiguar lo que fuese, se dispuso
á espiar á los Tristany... ,
Y pronto pudo enterarse de que solos, y sin que
hubiera motivo que lo justificara, partían hacia el
campo isabelino, dejando á su gente como de re-
fuerzo de las tropas de Cabrera.
En vista de esto, cruzó por su imaginación la
idea de que iban á asesinar al general Córdova.
Y sin perder un solo minuto, reventando caballos
y dando un rodeo, logró llegar antes que los dos.
hermanos, y decirle al general cuanto sabía y cuan-
to sospechaba.
». —De modo que tú no crees que vengan de bue-
na fe.
-—¿Cómo creerlo al ver que han partido después
de una conferencia con Cabrera, de la cual salieron
muy satisfechos, y que han od sus tropas entre
las del general?