LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES
—Sí, la anulación del matrimonio; pero no lo
hizo. Don Alfonso Il reinó cincuenta y dos años.
—Proseguid, os lo suplico.
—Si Alfonso I se llamó el Calólico y el segundo
el Casto, el tercero fué apellidado el Magno.
—Ya veo que los Alfonsos. ..
—Dejadme proseguir, pues de otro modo tarda-
ría mucho tiempo en mi narración.
-—(Jue debería publicarse para conocimiento de
todos.
—S1; buena falta hace en España que el pueblo
se instruya, sobre todo en su gloriosa y. acciden-
tada historia, espejo en el cual debía mirarse para
comprender que cuantas grandezas se han alcan-
zado, todas ellas se realizaron al amparo de la
Cruz del Redentor.
2 e PE dudarlo!
-—L0 dudan y aun lo niegan muchos; pero va-
mos al caso. |
AS después de una pausa, añadió:
Alfonso 1H el Magno se vió combatido por
don Fruela, que, como descendiente de reyes, se
juzgaba con mejores derechos que don Alfonso al
solio, cetro y corona que aquel disfrutaba en mi-
noridad; y se levantó en armas, proclamándose
rey de Galicia. Don Alfonso tuvo que retirarse á
Alava. Cuerdo anduvo, toda vez que don Fruela
se bastaba por sí solo para labrar su' desgracia:
que era cruel y sanguinario, logrando que los de
Oviedo se alzaran contra él y le “dieran muerte.