788 LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES”
y sí en que lo hiciese don Alfonso, se acordó que
fuese ella y no él, la que cambiase de religión y
de creencias.
Y en verdad sea dicho, la reina consorte no se
distinguió por sus actos como cristiana, ni mucho
menos.
Pero esto no le acomodaba decirlo á la monja,
y lo calló, como otras muchas cosas de no poca
importancia.