LOS MÁRTIRES ESPAÑOLES 859
había jurado no contraer matrimonio nuevamente.
El pensamiento era digno, pero irrealizable,
A evitar lo que pudiera suceder, vino un llama-
Miento del cónsul de España en Lisboa, según el
Cual, Alfonso debía presentársele para un asunto
Urgente.
; Nadie pudo comprender lo que aquello sienifica:
ba, pues ningún cálculo de los que hicieron tenía
Visos de verosimilitud.
Y Alfonso se puso en camino para Lisboa.
Aquel viaje era una tregua á la solución del pro-
blema.
Llegó al término del viaje Alonso, y se encontró
Con lo que menos se esperaba.
Esto es, con una delación hecha por las personas
á quienes sustituyó Teresa, delación en la cual se
Je acusaba de haberse quedado con cuanto había en
-€l palacio de la isla de León, bajo el pretexto de
er el padre del joven al cual, durante la regencia
de Cristina, se había tenido por hijo bastardo de
Fernando vil. |
La cosa no podía ser más absurda, ni el camino
tomado para perseguirle más torcido é ilegal.
¿Quién era el cónsul para mediar en aquel
aun to?
¿Qué autoridad española había hecho requeri-
“miento? ; a cal
" Sise acusaba de haber co matida un Coba ¿por
-Qué no se lé prendió. desde luego?
- Todo era absurdo.