Full text: Una boda aristocrática

el 
1 
la 
ar 
051 
1 
y 
  
e 
J0 a 
de 
Ja 
  
0 
Je 
y 
| 
jr 
18 
¡UN 
Al 
e; i 
y 
  
  
UNA BODA ARISTOCRÁTICA. 
mer noble corazon que llevando consigo el des- 
engaño, naufraga en el arrecife de las pasiones. 
Mientras espera la salida del tren de Folkestone, 
el capitan se entrega á las mas amargas reflexio- 
nes; y con la esperanza de ahuyentarlas, baja á | 
la sala de billar del hote!, donde hay magnificas 
mesas. 
El mozo le proporciona un partido; pero pier- | 
de cuanto juega, y al poco tiempo se retira; bien | 
es verdad que aunque hubiese ganado habria | 
hecho exactamente lo mismo, porque nada le dis- 
trae de sus tristes reflexiones. 
El capitan sube de nuevo á su habitacion, y 
apela al tabaco: un buen cigarro y una copa de 
coñac contribuirán tal vez á reanimar su espíritu; ; 
y despues de encender el habano, tira de la cam- | 
panilla para que le suban la bebida; luego: se 
sienta junto á la ventana y comienza á mirar á la 
“alle. 
Alli tambien vé una cosa que aumenta su pesar, 
15 
aunque para otras dos personas supone la felici- 
dad: es la comitiva de un casamiento, que debe 
celebrarse en la iglesia situada frente al hotel, 
iglesia en cuyo altar se habrán estrechado las 
manos de muchas parejas, para unirse toda la 
vida. En aquel instante se dispone una á penetrar 
en el templo; los carruajes avanzan uno tras otro, 
formando una larga fila; cocheros y lacayos visten 
de toda gala, y hasta los látigos ostentan varios 
adornos. 
Con la sonrisa en los labios y el rostro radian- 
te de alegría, los novios franquean las gradas del 
templo y se pierden de vista en su interior; así 
dentro del sagrado edificio, como en la parte ex- 
terior, hay numerosos espectadores, y todos, 
hasta el mas mísero, parecen alegres, cual si de- 
biesen tener alguna intervencion personal en el 
acontecimiento. 
El capitan Ryecroft observa todo aquello con 
muy distinta impresion, porque piensa cuán 
  
El mayor Mahon. 
poco faltó para figurar él tambien á la cabeza de 
Una comitiva semejante, reflexionando al propio 
tiempo que debe renunciar para siempre á este 
placer. 
Entonces exhala un suspiro, al que sigue una 
exclamacion de cólera; y á juzgar por la violencia 
con que tira de la campanilla, reconócese qué mal 
efecto debe haberle producido lo que acaba de ver 
Preséntase al punto un criado, y le dice con 
VOZ breve: 
—Id á buscar un coche. 
—¿Le quereis de lujo, caballero? 
—No; de cuatro asientos. Bajad al mismo tiem- 
Po mi equipaje. 
El capitan ha recogido ya todos sus efectos, 
y el criado no tiene que hacer otra cosa sino car- 
garse la maleta al hombro y bajar. 
Un silbido del mayordon del hotel, que produce 
con un pito de plata, basta para que se acerque el 
coche á la puerta del edificio; cinco minutos des- 
pues está cargado el equipaje, y el cochero arrea 
su caballo apenas el capitan toma asiento en el 
vehiculo. 
Pero la actividad cesa al salir de Llangorren: el 
coche avanza á paso de tortuga; si bien €s verdad 
que Ryecroft no tiene ya prisa, pues aun llegará 
demasiado pronto para tomar el tren de E olkes- 
tone. Lo que deseaba ante todo era alejarse del 
sitio donde acababa de presenciar una escena, 
tan desagradable para él en semejantes Circuns- 
tancias. / 
Encerrado en el mísero vehículo, de dudosa lim- 
pieza, el capitan trata de distraerse mirando las 
tiendas, porque es demasiado temprano para que 
haya paseantes en la calle del Regente. Por lo 
pronto le ha entretenido un poco el contínuo 
movimiento' de los brazos de su automedonte, 
que semejantes á las arpas de un molino, le re- 
cuerdan hasta cierto punto el Wye y el barquero 
Wingate. 
Pero poco despues, otra cosa le recuerda aquel 
rio, aunque ocasionándole nuevo dolor: el coche 
pasa por la plaza de Leicester, donde abundan 
los anuncios de toda clase, y el capitan Ryecroft 
los recorre con la vista, pero fijala solo con aten- 
cion en uno de ellos. Es el anuncio de un gran 
3 
  
   
  
  
 
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.