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PERTTTA
ou se
CAPÍTULO 1X
RA
EL VECINO DE ENFRENTE
<A las. seis de la abia Tegresó Ariiriito
de su oficina, encontrándose a su Ma-
dre y a su hermana con los ojos varoje
dos de llorar. :
Antonio. era un muchacho alegre, de
808 para quienes el mal humor no tie-
De nunca más duración que un cuarto
de hora,
Trabajador activo, sano. y robusto, to-
WMaba la vida por su parte más ri isueña,
Querido de su principal por su labo-
osidad y honradez, g ganaba, llevando. el
ibro mayor de una casa de comercio,
treinta y seis quros mens: tales, y se creía
-Jeli
ólo una cosa le añigía: la poca al to
8: querida madre y las eternas lágri- t6
Mas que siempre observaba en sus ojos.
Y Antlenio dejó caer estrepitosamente
la paga del mes en la falda de su madre,
—¡Qué . buenos sois! -—— repuso doña:
- Agueda -—, Pero recuerda, Antonio, que
este. dinero estaba destinado : a ti: te fal» :
ta ropa.
¡Bah! Tengo la capa nueva; no Ne-
cesito nada,
—Debo advertirte que tengo bastantes
ahorros para pasar el mes, sin que. me
haga «¿alta mi un falo duro de este. di-
ner
¿De epaal. E
—Puedes verlo. En ón sóniana. en. el
de arriba, se halla: toda nuestra.
A, que as: ende. a setecientos trein-
des. ; >
prOncán somos. ricos?
Entró, pues, en su casa como siempre,
cantando, y al'verle, su madre y su her--
Mana ee esforzaron: Para recibirle dc reale
na sonrisa.
05 encuentro como slempre . pe
y la:capa en una silla —. Verda eramen- Boo mar :
e es una gran cosa da un ho bre que
uevo dd un allas: que te Da
falta, sobre todo. ¡pora de