EL PAN DE LOS POBRES O
—ITmarino, mientras doña Agueda le pre-
guntaba con marcado afán:
tiempo de ese
Pero ¿hace mucho
taufragio?
Antonio tocó disimuladamente la es-
-palda del marino, que respondió;
—Hace ocho años,
—¡Ah! ¡Quince hace que
partió de Lisboa!
- Juan bebió un sorbo para -disimolar
el efecto que le causaba ia exclamación
de su vecina,
/
mi esposo
"
—¿Y recuerda usted ei nombre de
aquel que fué asesinado? -—. volvió a Pre-
guñtar,
—Se llamaba, si mal no recuerdo, Se-
rafín Valle; era un catalán que iba a
plantear un ingenio en Puerto Rico,
Agueda inclinó la cabeza, exhalando
un suspiro.
El esposo a quien lloraba sin cesar se.
llamaba como su e y era peru de
Madrid,